Feliz navidad.

Lo sé, ahora lo sé.
Eres tú, es ahora.

Música

Todo parece mejor con la música alta, inundándote de sensaciones, impidiéndote escuchar más allá del momento, impidiéndote dejar de disfrutar, dejando que las cosas, lleven su ritmo natural.
Todo se siente de otra forma: el amor, los besos, las caricias, las lágrimas, las risas, hasta en los momentos más tristes, se respira un aire diferente con música de fondo.

No hace daño a nadie, es eso que falta en los momentos que parecen perfectos, la que te acompaña a donde quieras sin cuestionarte nada, la que te consuela y te comprende cuando te estás ahogando.
Todo se siente de un modo irrepetible, cada canción transmite un sentimiento, cada segundo diferente, cada segundo mejor.

Es la música lo que hace que todo parezca perfecto en las películas. Nadie puede decir que no esperes un amor como ese.

Alguien que te extrañe al minuto siguiente de despediros, alguien que sea capaz de gritar a los cuatro vientos que te quiere, alguien con quien a cada beso, te suba un cosquilleo por la nuca, que le encante recorrer cada centímetro de tu piel dibujándola como el papel, que solo al tenerlo cerca te tiemblen las piernas, que te susurre al oido mil veces lo preciosa que estás hoy.Que haga de cada día algo especial, algo diferente, algo que no puedas olvidar, alguien que te haga llorar por no poder para de reír, que te haga reír cuando no puedes dejar de llorar, que te haga sentir la chica más especial del planeta con solo mirarte, que se pierda en tus ojos mientras habla, que le baste con acariciarte en el momento en que una ola se trague el mundo, alquien con quien no exista ni el jodido oxígeno entre los dos.
Una persona que en el momento que te bese, todo se paralice, los cinco sentidos se centren en una sola cosa, el corazón te vaya a mil por hora hasta estallar dentro de ti y nada siga estando bajo tu control.

Y es que, la música,la banda sonora de la vida, es estar enamorado, que te nubla los sentidos, el pensamiento, el corazón... para que dejes de sobrevivir, y empieces a vivir.

Cuando algo nuevo surge de la nada, todo se magnifica, se compone de primeros momentos, de bandas sonoras, de amor, en el sentido más pequeño de la palabra.


Amar, y ser correspondido es lo más grande que te puede suceder en la vida.

Todo el mundo tiene algún miedo, miedo a las alturas, miedo a la oscuridad, miedo al fuego, a los aviones, a las arañas, a lo desconocido, al dolor, a la soledad, a la muerte, a dejarse llevar, a dejarse querer, a la traición, a comprometerse...

Ojalá todo fuera tan fácil como dejarse llevar.

El amor es solo para valientes.

¿Sabes cuál es el secreto de los valientes?
Algo mil veces más importarte que cualquier miedo, la felicidad.

Happiness within reach of a kiss...

- Es su forma de mirarte.
~¿Qué tiene de malo?
- Es... como si fuera capaz de interponerse entre tú y una bala.

Wonderstruck.

Y derrepente algo ocurre, algo se acciona, y en ese momento, sabes que las cosas van a cambiar. Ya han cambiado.
Y que a partir de ahí, ya no volverán a ser lo mismo. Nunca.
Y cuando ocurre, lo sabes.
Y es que cuando conoces a esa persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, deseas que el resto de tu vida empiece ya.

Darlo todo por perdido

Los pensamientos le daban vueltas de un lado a otro, empezaban a verse las cosas claras por fin...después de tantas dudas, tantas preguntas sin respuesta, tantos sentimietos sin comprender.. sin ser capaz de controlar. Más que esperar, deseaba que así fuera, que esta vez fuera la definitiva, no una vez más, como todas las anteriores, donde esta seguridad solo dura un segundo. No quería titubear ni una vez más.
Poder decir lo que sientes sin un quizás o un tal vez, estar segura, por una sola vez en la vida, tener algo tan seguro, tan claro por que lo que arriesgarías, por lo que darías todo, por lo que darías la vuelta al mundo, por lo que chillarías a los cuatro vientes sin miedo alguno.
Cerrar los ojos y dejarse llevar.

Dicen que eso es el amor, que eso es amar, dar la oportunidad y las armas suficientes a alguien para que te destroce, con la confianza de que jamás lo hará...
Cerrar los ojos y dejarse llevar.

Puedes negar un sentimiento, reprimirlo, esconderlo, castigarlo, romperlo en mil pedazos y disfrazar cada uno de los fragmentos, pero jamás podrás hacer que desaparezcan.
Cuando algo dentro de ti, sabe como van a acabar las cosas, cuando algo dentro de ti sabe que vas a sufrir, va preparando al cuerpo, esa pequeña coraza que te impide cerrar los ojos y disfrutar de cada instante... Por que sientes, que algo bueno traerá algo mucho peor.
Y es que, a día de hoy, ninguna persona da todo a cambio de nada, por qué la vida iba darte la oportunidad de ser feliz de este modo sin pedirte algo a cambio, algo grande. ¿No es ahora lo más normal?
Cerrar los ojos y dejarse llevar.

¿Cuántas personas más van a tener que sufrir por tu inseguridad, tu miedo, por que no tengas el coraje suficiente de ausmir lo que sientes?

El miedo ya se ha llevado muchos sentimientos por delante, ¿cuántos más harán falta para que te dejes ser feliz?

También dicen que amar es destruir, y ser amado es ser destruido, ¿pero sabes qué?
Creo que cuando lo vives de cerca, es lo mejor del mundo, y es el miedo a ser feliz lo que realmente nos destruye.
No voy a darte mis alas para que me lleves a tocar el cielo, si algún día te irás y no volveré a vivir esa sensación...
¿Egoísta?
Quizás...

El principio.

En la vida, hay momentos para todo, momentos para reír, momentos para llorar, consolar, demostrar, mentir, decir la verdad, amar, querer, olvidar, recordar, sentir, emocionarse, ilusionarse, chocar con la realidad, luchar, defender lo que piensas, defender a los que quieres, defenderte, pero nunca, jamás es momento de rendirse, abandonar, conformarse y asentir, agachar la cabeza sin hacerse valer, sin demostrar todo lo que tenemos para ofrecer al mundo.
Hay momentos en los que no te queda más remedio que tomar una decisión, elegir un camino.
En cero coma dos segundos, tiré toda mi vida por la borda.

Son aquellas palabras tan típicas, de sentirse frente a un abismo, que no sabes si es mejor quedarte quieto, o saltar.
Nunca había saltado, soy de esas personas que, irónicamente, se mueren por vivir, y acaban muriendo sin haber vivido, quedándose con las ganas de hacer todo aquello que les apeteció, sin importar lo que dijeran los demás.
Pero, cuando empiezas a desear esfumarte, sea cual sea la manera, cuando ya no hay nada peor que la realidad, cuando piensas que las cosas no pueden empeorar vayas a donde vayas, caigas donde caigas, reunes todo el coraje que te faltó durante años para decir una palabra por encima de otra, para poner punto y final, y saltas, sin mirar atrás ni un segundo, sin pensarlo.

En uno de estes momentos en los que algo dentro estalla, y la rabia golpea por dentro, que quieres desaparecer de la faz de la tierra, donde nadie pueda verte, escucharte, donde nadie sepa tu nombre, donde puedas ser tú, donde puedas empezar otra vez.

Y lo dejas todo, y a todos...
Lo que había sido tu vida, los que te habían acompañado hasta ahora, sacrificar todo, dejar todo atrás por una oportunidad para volver a tener la sonrisa que te acompañaba antes.

22 de junio.
Aquí y ahora.

Último día. Ya no queda nada.

Un cosquilleo me acompañaba, quizá nervios, quizá la sensación de que todo terminara ese mismo día, quizá tristeza y arrepentimiento...

Había escrito una carta, doce años dejan muchas cosas que decir, doce años, se dice pronto, pero da tiempo para tanto, ese primer niño que se fijó en ti, en tu sonrisa, con el que compartiste una mirada tímida por primera vez, que tanto se te aceleraba el corazón cuando se acercaba, , el primer beso, las lágrimas más amargas, los lloros más tontos, tantos juegos de niños, de esos que no quieres que nunca terminen, tantas lecciones, tantas caídas, esas veces que cerrabas los ojos y abrías los abrazos y empezabas a correr, como si el mundo no tuviera límite para ti, como si fueras a devorar poco a poco el dolor de los demás, y al abrirlos ahí estaban las personas más importantes de tu vida, y ahora todo se resumía en sentimientos tan odiosos...



Tenía tanto, tantísimo que decir, no quería quedarme callada, quería irme mirándoles a la cara, aun con los ojos llenos de lágrimas. Iba a delatar todo aquello que había pasado allí, lo tenía tan claro, pero cuando estaba allí, frente a todos, pesaron más los recuerdos felices, las sonrisas, las ilusiones compartidas, que cualquier rencor, que cualquier otra cosa.

Me callé, después de todo, me callé como una estúpida, con la carta en la mano, para no saltarme nada, ninguna injusticia, los miré a los ojos y arrugué la carta, siempre pensé que había sido un acto de cobardía más que de otra cosa. Me habló borde, con arrogancia, ignorante de cualquier situación, o de cuantas veces había llorado yo hasta la madrugada, y con un ala adiós, puso punto y final a todo, puso punto y final a mi vida entera, yo allí, de pie, mordiéndome los labios, con los ojos encharcados, sin dejar salir las lágrimas, solo por el orgullo, de que no me vieran, así, una vez más.

Quizá ellos podrían decir las cosas a sangre fría, sin importar cuantas vidas se lleven por deltante, pero, quizá lo que más me dolió en aquel momento, fue todos los sentimientos buenos, que tenía hacia todas aquellas personas, y que no fuera capaz, de ser como ellos en aquel momento, si no dejar que unos recuerdos pesaran más que tanto sufrimiento. Pero, no me arrepiento.
Salí de allí, estoy segura que decepcionada, y allí, ella, todo lo que tenía, todo lo que tengo, todo lo que quiero, saca lo mejor de mi, y es ese punto que tienes que tocar en mi, para que algo se accione, para que nadie pueda quitarle la sonrisa, como ella hizo, poco a poco, manteniendo la mía. Siempre a mi lado.

Hasta el final del camino.

Tetris.

Tiene cierta similitud con un juego, no sabes que será lo siguiente, lo que está por venir, a lo que tendrás que enfrentarte, pero tienes que estar preparado, no puedes dedicarte a amontonar los sentimientos sin más en tu cabeza, formando un caos del que nadie puede escapar.
Los errores se quedarán ahí, sin que puedas enmendarlos hasta que algo nuevo, alguien nuevo, pueda cambiar eso. Y las victorias, desaparecen en escasos segundos, como si el esfuerzo hubiera sido en vano.

Vivir

Piensa que aún hay días que todavía están llegando.
Piensa que hay canciones que aún no has escuchado, piensa que hay historias que nadie te ha contado, piensa que hay lugares que nadie te ha enseñado.


Este camino, está lleno de cosas que desconocemos, cosas que nos quedan por descubrir, cosas que irán apareciendo con el tiempo, cosas que lo harán más entretenido, cosas que te impediran avanzar, que te harán sufrir, querrás retroceder y romper a llorar, pero por mucho que decidas estancar tu vida, cerrar lo ojos y esconderte, el mundo sigue avanzando, no va a esperar a que decidas que hoy es un buen día para empezar a sonreír.

¿Qué es lo mejor de la vida?


Hace tiempo que quería contestarse a esa pregunta...

Lo mejor de la vida... - pensó para sí - sin duda, son los primeros momentos, las primeras veces, esas situaciones nuevas que aparecen cuando menos te lo esperas, que forman en ti un estallido de sentimientos, de sensaciones desconocidas...



Es como el primer beso - masculló una sonrisa, nostalgica- esos nervios que recorren cada parte de tu cuerpo, ¿quién no había practicado con su brazo o con su almohada? Era miedo a no saber que hacer.

Pero luego es totalmente diferente, se va acercando poco a poco, empiezas a notar su aliento frío rozando tu piel, sus manos delinieando el contorno de tu rostro, su respiración cada vez más y más cerca, que aceleraba a cada centímetro la suya, es lo que conduce al beso, dos miradas fijas con una misma intención, que hablan de callarse del mismo modo...jugar con los labios de otra persona, es un nexo delicioso, cada beso, es único, no hay ningún beso igual.


No sé como haces para darle a cada beso un sabor distinto.


Y te das cuenta de que realmente es como te habían dicho tantas veces, sencillo, fácil, natural, indescriptible, sin instrucciones, sin teoría, ¿Qué puedes decir acerca de un beso?
"Provoca la liberación de adrenalina, aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en sangre."

Pues yo solo siento un cosquilleo del que odio prescindir.

Sentir que hay algo nuevo, es mágico.
Sentir que hay algo por lo que volvemos a intentarlo.



Hace tiempo que no estoy cerca de un primer momento.