Alcanzó una maraña de papeles, de promesas vacías, sonrisas fingidas, esas que tantos sueños habían alimentado en su momento.
Tantas mentiras, tantas burlas ocultando un par de lágrimas.
Empezó a leer. Dolía, dolía mucho.
-¿Por qué conservas algo que sabes que te hará llorar?
+ No quiero olvidar nunca porque estoy aquí, aquello que me hizo tomar las decisiones que jamás sería capaz de tomar por mi misma, no quiero olvidar jamás el daño que me han hecho.
Tocas fondo. Y te das cuenta de que estaba mucho más abajo de lo que habías pensado, que besa mucho más amargo de lo que hubieras podido imaginar. Hay calma. Es como la profundidad de un océano, ya no llega la luz, solo quedan restos de lo que pudo haber sido... y te ahogas. No hay nada ni nadie para tirar de ti por que lo único que te queda es orgullo, odio y ganas de desaparecer. ¿Y sabes qué? Es exactamente eso lo que te saca de ahí.