Page Graphics, Tumblr Graphics

*


miércoles, 5 de diciembre de 2012

En el fondo del vaso en el último bar

Podríamos echarle la culpa de todo a Diciembre. No solo es el mes en el cual te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, también te das cuenta que sigues tan perdida como al principio del año, tan confusa como en enero, después de las primeras campanadas, aún tienes el sabor de aquel beso amargo de media noche. El recuerdo de todos y cada uno de los últimos besos, más que de los primero.

Intenso. Rozas su piel con las yemas de los dedos, entre caricia y caricia, rozas el cielo y  crees que vuestro momento será eterno, pero se acaba y cuando más alto subes más grande es la ostia. Das tumbos, de un lado a otro hasta que te das cuenta que tienes más ganas de encontrar por fin a esa persona, y ese sentimiento que lo cura todo, que de estar con él. Llevas media vida buscando igualar un sentimiento, cuando has dejado atrás mil que subirán mucho más alto.
Volemos alto, rozando el sol, hasta que se nos quemen las alas.

Amargo. Arrastrando todos los errores y malos momentos, sin saber donde dejarlos, si olvidarlos, si perdonar...


Esta mañana se ha colado un rayito de sol, por tu ventana, que es la ventana de mi habitación.
Se ha asomado, y me ha pillado metiéndote mano.


Ruidoso. Suena alto muy alto, como todos los principios, como esa chica que pasa desapercibida hasta que se cansa y grita.
2012, si tuviera que definir lo que ha sido para mi, podría resumirlo en tres palabras: intenso, amargo y ruidoso. Pero, ¿cómo todos los grandes principios no? Nuestro gran principio.

Dame el tiempo que no te haga falta y prometo invertirlo en caricias en tu espalda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario