

Empiezas a darle vueltas, a imaginar como sería estar cada vez más y más cerca, a imaginar como sería despertarte con sus besos, con sus caricias.
Es lo que pasa por bajar la guardia, por mirar para otro lado, sin pedir permiso, te encuentras con unos ojos a los que no puedes decir que no.

Cierra los ojos, imagina que estoy a tu lado.
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